
Les comentaré que tuve una mala experiencia médica, un niño que se creía doctor, en una de estos estands de atención gubernamental contra la influenza, diagnosticó a mi polluelo con una grave infección en la garganta, nada de influenza pero según el una bacteria había invadido sus anginas, le mando 10 inyecciones de penicilina en 5 días.......... mas antibióticos tomados ........ tempra .......... Vida Suero Oral .......... y vontrol para que no vomitara .............. digo para no fallarle no!!!!
Y resultó que más tarde el niño solo tenía una infección en el estomago, nada de cuidado, pero como siempre con los niños de atención, que gracias a la ayuda de mi madre fue supervisada las 24 horas del día.
Les platico esto no para aburrirlos con las afecciones de mi hijo sino para llegar a mi punto, he oido hablar mil veces del Juramento Hipocrático, ese con el que se comprometen los doctores a cuidarnos a los demás mortales........ esos mensos que no sabemos nada de medicina, bendito Dios que nos dió criterio pa cuidar a los enanos, discernir si lo que alguien nos dice esta bien o mal, que nos dio a los papás para decirnos "como crees????" ya las buenos doctores que nos corrigen las malas recetas de los niños disfrazados de doctor.......... y que conste que no es la edad lo que me molesta sino la ineptitud!!! ya que el buen doc que recetó bien a mi polluelo es un chiquillo. Gracias DOC!!!!
Pues aquí les presento el juramento Hipocrático, que hoy le fui a regalar al pseudodoc:
JURAMENTO HIPOCRÁTICO
"JURO POR APOLO médico y por Asclepio y por Hygiea y por Panacea y todos los dioses y diosas, poniéndoles por testigos, que cumpliré, según mi capacidad y mi criterio, este juramento y declaración escrita:
Trataré al que me haya enseñado este arte como a mis progenitores, y compartiré mi vida con él, y le haré partícipe, si me lo pide, y de todo cuanto le fuere necesario, y consideraré a sus descendientes como a hermanos varones, y les enseñaré este arte, si desean aprenderlo, sin remuneración ni contrato.
Y haré partícipes de los preceptos y de las lecciones orales y de todo otro medio de aprendizaje no sólo a mis hijos, sino también a los de quien me haya enseñado y a los discípulos inscritos y ligados por juramento según la norma médica, pero a nadie más.
Y me serviré, según mi capacidad y mi criterio, del régimen que tienda al beneficio de los enfermos, pero me abstendré de cuanto lleve consigo perjuicio o afán de dañar.
Y no daré ninguna droga letal a nadie, aunque me la pidan, ni sugeriré un tal uso, y del mismo modo, tampoco a ninguna mujer daré pesario abortivo, sino que, a lo largo de mi vida, ejerceré mi arte pura y santamente.
Y no castraré ni siquiera (por tallar) a los calculosos, antes bien, dejaré esta actividad a los artesanos de ella.
Y cada vez que entre en una casa, no lo haré sino para bien de los enfermos, absteniéndome de mala acción o corrupción voluntaria, pero especialmente de trato erótico con cuerpos femeninos o masculinos, libres o serviles.
Y si en mi prátcica médica, o aun fuera de ella, viviese u oyere, con respeto a la vida de otros hombres, algo que jamás deba ser revelado al exterior, me callaré considerando como secreto todo lo de este tipo. Así pues, si observo este juramento sin quebrantarlo, séame dado gozar de mi vida y de mi arte y ser honrado para siempre entre los hombres; más, si lo quebranto y cometo perjurio, sucédame lo contrario.
Trataré al que me haya enseñado este arte como a mis progenitores, y compartiré mi vida con él, y le haré partícipe, si me lo pide, y de todo cuanto le fuere necesario, y consideraré a sus descendientes como a hermanos varones, y les enseñaré este arte, si desean aprenderlo, sin remuneración ni contrato.
Y haré partícipes de los preceptos y de las lecciones orales y de todo otro medio de aprendizaje no sólo a mis hijos, sino también a los de quien me haya enseñado y a los discípulos inscritos y ligados por juramento según la norma médica, pero a nadie más.
Y me serviré, según mi capacidad y mi criterio, del régimen que tienda al beneficio de los enfermos, pero me abstendré de cuanto lleve consigo perjuicio o afán de dañar.
Y no daré ninguna droga letal a nadie, aunque me la pidan, ni sugeriré un tal uso, y del mismo modo, tampoco a ninguna mujer daré pesario abortivo, sino que, a lo largo de mi vida, ejerceré mi arte pura y santamente.
Y no castraré ni siquiera (por tallar) a los calculosos, antes bien, dejaré esta actividad a los artesanos de ella.
Y cada vez que entre en una casa, no lo haré sino para bien de los enfermos, absteniéndome de mala acción o corrupción voluntaria, pero especialmente de trato erótico con cuerpos femeninos o masculinos, libres o serviles.
Y si en mi prátcica médica, o aun fuera de ella, viviese u oyere, con respeto a la vida de otros hombres, algo que jamás deba ser revelado al exterior, me callaré considerando como secreto todo lo de este tipo. Así pues, si observo este juramento sin quebrantarlo, séame dado gozar de mi vida y de mi arte y ser honrado para siempre entre los hombres; más, si lo quebranto y cometo perjurio, sucédame lo contrario.
Para que cuando le reclamen a los doctores con respecto a su juramento, sepan por que les están reclamando.
besos
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